domingo, 3 de junio de 2007

Bathori, Ersebeth

Muchos se preguntan si vivió realmente una mujer vampiro. Pues sí. Se trataba de una condesa de Transilvania ansiosa de sangre de doncella.

Sería el equivalente femenino del conde Drácula. Sería una compatriota suya de igual linaje, con la diferencia de que el propósito de Drácula era absorber el alam de sus víctimas implícita en la sangre que les bebía, mientras que la condesa la utilizaba para procurarse baños de juventud.

Esta condesa tenía la obsesión de que bañándose en la sangre de las doncellas sería joven eternamente. Por eso, solicitaba constantemente chicas adolescentes para su servicio, las cuales acudían de las aldeas próximas.

Como las muchachas no volvían, la gente comenzó a sospechar, y asaltaron el castillo.